Experiencias óptimas.
Tanto en nuestra vida como en lo laboral cada uno de nosotros encontramos la satisfacción cuando realizamos nuestras experiencias óptimas, por ejemplo en mi caso cuando tengo la oportunidad de leer un texto rígido y lo puedo llevar a mi experiencia y a partir de ahí convertirlo a una experiencia práctica de fácil aplicación es cuando mi clase de experiencia se vuelve óptima, me motiva, me siento energizado y satisfecho de mi tiempo. Quizá para ti esto no sea una experiencia óptima y así sucederá con cada individuo, pero es aquí en las experiencias óptimas donde se encuentra la clave para motivar a tu equipo de trabajo, a tu familia y para llevar a mejores niveles tu auto-motivación.
Diseñar experiencias óptimas a propósito es un gran motivador, induce en tu vida esas experiencias y has que los demás las experimenten. Veamos por ejemplo, con las responsabilidades diarias y la rutina vamos abandonando aquellas actividades que son nuestras experiencias óptimas y es precisamente cuando nuestra vida se comienza a desequilibrar, con el tiempo nos pasan “la factura” con un estado de ánimo diferente, con conductas o reacciones que nos van perjudicando a nosotros y a otros.
Estas experiencias se encuentran en todo lado, hasta en las tareas simples, basta eso sí, tener auto-conocimiento de cuáles son las tuyas; sucede igual en el trabajo e intentando motivar a tus compañeros; identifica sus experiencias óptimas e influirás en un ambiente laboral energizado.
Si estas experiencias óptimas no se experimentan en el trabajo tendemos a estar insatisfechos, y si esto se acumula cada vez nuestra visión del lugar de trabajo se torna más negativa con lo que nadie sale ganando, sin embargo, cuando logras experimentarlas el trabajo se vuelve poco a poco en aquel lugar que deseas llegar al siguiente días. Los líderes, supervisores, gerentes y mandos medios que logren identificar las experiencias óptimas del personal tendrán en sus armas “la llave clave” para lograr motivar y obtener grandes resultados de la manera que muchas empresas buscan: “gratuitamente”, es decir sin que signifique un gasto financiero para la misma.
Y para finalizar vamos a desmitificar lo siguiente: “Cuando me vaya de vacaciones descansaré y retomaré energías”, “cuando termine el curso volveré a vivir”. Idear al descanso o la relajación como la forma única de volver a equilibrarnos y re-energizarnos es falso, si bien es cierto logra resultados cuantificables, la verdad es que no todos tenemos la oportunidad constante de esos lapsos de descanso, las experiencias óptimas no precisamente están ligadas a la inactividad, por el contrario significan acción pero enfocada en aquello que nos gusta, esto tiene por demás una gran fuerza energizadora, un ejemplo cotidiano es que la gente con cansancio acumulado tiende a dormir más, pero en el momento que incluye rutina de ejercicios a pesar de ser más actividad de la que ya posee, se energizan.
El descanso nos restaura y las experiencias óptimas le dan vida a nuestra vida, cuáles son las tuyas? Dónde las experimentan los demás?, ya tienes la clave de la satisfacción en tus manos.
